DESDE EL OTRO LADO DEL VELO - Parte 2

MANIFIESTO CÓSMICO
8ª semana, 2ª parte – 24 de febrero 2007
Castelré, Países Bajos
LOS DOCE
Canalizador: Jeshua B. Swanson
jeshua@pioneerscollege.com
Traducción: Traudel Eicher
Edición: Anita Manasse
wayran@gmail.com
5 de febrero, 2009

¡Amados, sientan como se unifica este corazón cósmico con su biología! Conocemos cada célula de su cuerpo, cada célula que es parte de su ser biológico. Estábamos sentados junto a ustedes alrededor de la mesa metafórica en el momento que fue creado ese magnifico cuerpo. Singulares perlas de belleza, de fuerza, de puridad, de alegría. Permitan a sus células acordarse de su nacimiento. Cada célula del cuerpo humano es dada a luz en un momento determinado; también en este momento nacerán nuevas células en su cuerpo. Los invitamos ir por un momento a esta experiencia.... ¿Sienten como su cuerpo es una fuente de creación, como se inventa a si mismo?


(Intérvalo musical)
Abrimos las puertas en esta zona de límites. Abrimos las puertas entre el mundo, donde sus células ya existen como materia, y el mundo donde existen como potencial. Cada vez, cuando esta energía es dada a luz, hacen nuevamente el viaje por tiempo y espacio.

Los llevamos ahora a la conciencia de su división celular. ¡Experimenten que máquina dinámica es su cuerpo, máquina que se inventa nuevamente en cada momento del tiempo! ¡Experimenten cómo son su pasado, su ahora y su futuro!... Del otro lado de estas células hay una energía; ¡siéntenla, experiméntenla!... Esta energía no tiene nombre, no es limitada a un lugar determinado y no ocupa espacio. Es su creación pura. Edad media, renacimiento, tiempos modernos y futuro: Todas esas facetas se necesitan para el nacimiento de una energía especial.

Bien. Ahora que sus células están acostumbradas a ese nacimiento celular, podemos empezar con el trabajo verdadero. ¡Imsai’a, los exhortamos, los invitamos a experimentarse a si mismos como luz pura! No son solamente su cuerpo. Por medio de su cuerpo fluye una energía, una conciencia energética, que es llamado “akené” y une su timo con su cerebro – un akené que es una rejilla energética…

Les permitimos experimentar eso directamente… Información de sus sentidos no va sola-mente a sus cerebros, sino también a su corazón. A su akené… ¡Sientan como se abre ese akené solo, como se hace multidimensional – ¡como ustedes se hacen multidimensionales!

Mientras sucede esto muy dentro de ustedes se forma una columna de luz. ¿Reconocen esa luz, Lemurianos? ¿Reconocen esa luz, Creadores? Es el barro con el cual crean cada día la realidad…

Esa luz es su base y si se permitirían experimentarlo totalmente, verlo totalmente, enton-ces verían que esa columna tiene un diámetro de más de 8 m. ¡Esto son ustedes en forma comprimida! Esa luz está formada de muchas frecuencias distintas por encima de 12 vibraciones, 12 columnas más pequeñas. ¡Cambien de lugar esas columnas: 6 a la izquierda y 6 a la derecha! Sus 12 vibraciones…Cuando abren esas vibraciones (y lo haremos junto con ustedes), sienten entonces en cada vibración 12 frecuencias, colores de luz, que se abren y se muestran a ustedes… ¡Se están mirando ahora a si mismo por nuestros ojos, seres de luz, seres energéticos, creadores! ¡Permítan-se experimentar su propia singularidad y demuestren al mundo que saben quienes son!

Les delataremos ahora el lugar en el cual realmente se encuentran esas frecuencias en su cuerpo: ¡En el corazón de cada átomo! Cada átomo que en unión con otros átomos del alrededor forman sus células. Aquí están sus frecuencias. Aquí está su vibración.

Sean conscientes de su mano – no importa si es la izquierda o la derecha. Sienten como esa mano es formada por células, de millones y millones de células. Detrás de estas células su mano es formada de energía pura. ¡Vean eso delante de ustedes! ¡Vean esas frecuencias, vean esos colores! La mano que eligieron es el lugar de creación más fuerte en su cuerpo. Será su herramienta para tejer energía. Hasta pueden adornar su mano con una joya si quieren con una joya energética que se regalan a si mismo. ¡Un recuerdo lemuriano a la Creación!

Bien. Y ahora, amados, les pedimos que se concentren en el centro de su tórax… Sientan como esta presente la energía de su sol central. La energía de su tercer ojo bajado, que ya no se encuentra en su cabeza, sino en el centro del akené, su corazón. Concéntrense a eso...

Enseguida se convierte en el portal para llegar a su núcleo más profundo, su esencia más profunda. El instante en el cual su conciencia pasa los límites de su cuerpo y de esta vida, es un instante sagrado, un instante que ya no podemos usar palabras para acompañarlos. Usaremos música para esto. Nos pondremos en el centro de cada uno de ustedes. ¡Sienten entonces como entramos en ustedes!... Estamos parados en su centro y les tomamos de la mano…

En el instante en el cual lo carnal se hace energético, hay un sentimiento sobre todo. Es el sentimiento del amor. En los minutos venideros los llevaremos a ese amor. Nos callaremos; hablará la música… Los acompañamos energéticamente detrás del velo… Enseguida los veremos de nuevo del otro lado. No tengan miedo, les garantizamos a cada uno de ustedes de traerlos de vuelta a este lugar, si lo quieren o no…

(Intervalo musical con el título: ¡Amor, que lindo puede ser sin embargo!)

Están ahora parados en el límite, y en las palabras que escucharon recién encontraron la esencia de la vida acá en la tierra: Amor. Ustedes son seres energéticos que vienen a esta tierra para experimentar en si mismos la creación, la creación de tiempo sin tiempo, de espacio sin espacio, materia sin materia. Están aquí para dar en si mismos el próximo paso, y les preguntamos, Imsai’a, les preguntamos, Tejedores de energía: Aquí están parados. ¿Reconocen a este lugar? ¿Nos ven? ¿Ven a estos acompañantes que les hicieron señas y les dieron de nuevo la bienvenida?

¡Pero esperen, esperen, no vayan todavía al otro lado! ¡Quédense todavía aquí! Queremos acordar primero con ustedes que si dan este paso también darán el paso de regreso nuevamente. ¡Vayan a su corazón, encuentren en el una célula, encuentren en esa célula un átomo y encuentren en ese átomo un portal al lugar más grande que vieron sus ojos nunca jamás! ¡Véanos a parados en este lugar! Después de esta frase hablaremos solamente energéticamente con ustedes. Aquí terminan nuestras palabras para este viaje. ¡Hasta luego!

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